30 de octubre de 2012

El arte de perder de Elizabeth Bishop




El arte de perder no es dificil adquirirlo
 (insisten las cosas
hasta tal punto en perderse, que el llanto
por ellas dura poco).

 Y el espanto
por perder algo cada día, rosas
que se deshojan, horas, llaves, cuanto
pueda ocurrírsele a uno, no es tanto.
Practica entonces perder más, y goza
el ritmo de la pérdida, su encanto:

pierde ciudades, nombres, y el sitio al que
 se supone que viajarías.
pierde una mano, un destino, una moza:
nada de esto será para tanto.

Perdí el reloj de mi madre, y el manto
con que cubría mis hombros, la loza
en que tomaba el té, pero igual canto.

Perdí mi tierra, mi rumbo y aguanto
de lo más bien tanta pérdida. Es cosa
de acostumbrarse: no, no es para tanto.

Perderte a ti, por ejemplo, tu encanto
y tu cariño perder, dolorosa
prueba sería, pero nunca tanto
(aunque parezca condena espantosa).


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