7 de abril de 2012

Fragmento n° 2 de "El infierno en la tierra" de Stephenie Meyer

[...] Como una cinta elástica demasiado estirada, el ambiente de la fiesta de Reed River inicio su lenta venganza.
Si Sheba no hubiese dejado de ser quien era, habría tirado de aquella cinta hasta romperla en pedazos. Pero la situación era otra, y la desgracia, la ira y el odio iban desvaneciéndose. Las mentes que habían sido sus prisioneras volvían a relajarse, a buscar la alegría, a darse amor a manos llenas.
 Incluso Celeste se canso del alboroto. Se quedo con Rob, estremeciéndose ligeramente al recordar unos ojos azules perfectos, mientras una canción lenta se fundía con la siguiente.
 Tampoco Sheba y Gabe advertían que las canciones terminaban y que empezaban otras.
 ¡Toda la desgracia y todo el dolor destruidos! Aun en el caso de que lograra liberarse, Sheba caería muy bajo en el escalafón diabólico. ¿Cual era la verdadera injusticia?
 ¡Y Jezebel! ¿Acaso lo tenia todo planeado? ¿Habria intentado distraer a Sheba para que no advirtiera que un medio ángel campaba a sus anchas por la fiesta? Ya no tenia modo de saberlo, pues había perdido la capacidad de ver a Jezebel -ya estuviese riéndose o rezongando- al extinguirse su fuego infernal.
 Descontenta consigo misma, Sheba suspiro de felicidad. Gabe era balsámico. Hacia que ella se sintiera realmente bien, como nunca hasta entonces.
 ¡Sheba debía escabullirse antes de que la felicidad y el amor acabaran con ella! ¿Se quedaría atrapada para siempre junto al celestial retoño de un ángel?
 Gabe le sonrió, y ella volvió a suspirar.
 Sheba sabia lo que Gabe debía de estar sintiendo en aquellos momentos. Los ángeles nunca eran mas felices que cuando hacían felices a los demás, y cuanto mayor fuese la felicidad inspirada, mayor era la felicidad sentida.
Teniendo en cuenta lo desgraciada y miserable que había sido Sheba, Gabe tenia que estar que no cabía en si de gozo, como si tuviera alas y pudiese volar. El jamas desearía que ella se marchara.
 A Sheba solo le quedaba una ultima oportunidad de regresar a su lamentable, desgraciado, requemado y apestoso hogar.Que Gabe le ordenase volver en aquel mismo instante.
 Sospesando aquella posibilidad, Sheba se sintió aun peor, noto que su desgracia previa seguía dispuesta a recibirla de nuevo. Al notar que ella se desmoronaba, Gabe la abrazo con mas fuerza, y la desgracia de Sheba naufrago en la satisfacción. Con todo, mantuvo la esperanza.
 Contemplo aquellos ojos angelicales y llenos de amor y sonrió en alas de los sueños que le inspiraban.
 "Eres la encarnación del mal -se recordó a si misma-. Tienes verdadero talento para la desgracia. Conoces todas las vertientes del sufrimiento. Podrías escaparte de esta emboscada y recuperar tu existencia anterior".
  Vistas las cosas con todo el dolor y el perjuicio que Sheba era capaz de provocar, 


¿seria posible que aquel chico angelical la mandase al infierno?.

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