1 de febrero de 2012

Fragmento n° 2 de los" Crímenes de la Luna Llena" de Kit Whitfield

[...] Vete a la cama con un hombre y lo perderás. Eso es lo que habría dicho mi madre de haberle preguntado, lo que habría dicho la suya y todo el ejercito de mujeres mayores que las antecedieron. Aquellas mujeres tenían el mundo dividido en ordenadas parcelas, disponían de afiladas tijeras de podar con las que darle forma clara y definida a esa naturaleza humana que trataban de inculcarnos, a mi y a otras como yo, cuando eramos tan solo unas niñas. Nosotras, por supuesto, despreciábamos sus concejos. Permanezco tendida en la cama, pensando en aquellas mujeres mientras Paul duerme. Por fin veo sus ojos cerrados, su cabeza hundida en la almohada, incapaz de verme.
 Pienso que se referían a que no me respetaría. Incluso Becca piensa de esa manera. Duerme con un hombre y lo perderás.
 Cuando crecí, lo probé y vi que tenían razón.
 No es que el no vaya a respetarme. Sin embargo, de todas las cosas de este mundo, la que mas te aisla es el sexo, pues te encierra en tu propio cuerpo. Cuanto mas viril sea un hombre, mas se apartara, puesto que todo lo que necesita de ti puede sentirlo en la piel; por tanto, cuando llega el momento del clímax, desaparece . No eh perdido a los hombres de la misma forma que se pierden las llaves, los amigos o la fe. Desaparecieron de mi vida de la misma forma que la luna cuando el sol arroja  tanta luz con sus rayos que impide ver cualquier otra cosa. Dejaron de verme a causa del fulgor, y yo deje de verles por la misma razón; y así una y otra vez. [...]

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