Lo encontré,
como se encuentran por accidente
los tréboles de 4 hojas.
Lo encontré desconcertado y poco despierto,
me recordaba un tanto al sueño de Morfeo.
Me encontró,
tan sola y despistada...
Algo sofocada, triste y abrumada...
Aburrida en demasía de dar besos a escondidas,
de tantas caras sin rostros,
de tantos versos rotos...
Me encontró como se encuentran los narcisos cerca del lago...
Nos encontramos, quizás algo premeditado...
Un poco nerviosos,
lo suficientemente inexpertos y temerosos.
Nos encontramos cara a cara, mirándonos con fijeza...
Y con el corazón en un puño,
lo reencontré en la fusión perfecta...
Sus manos y mi cuello,
Mis manos y su pelo...
Me reí como una tonta,
me sentí rejuvenecer...
Olvide mis miedos,
los suyos, los nuestros...
Olvide la hora, el frió y el contexto...
Lo mire y me encontré...
Y por un breve momento...
Suplique no volver a perderme...
No hay comentarios:
Publicar un comentario