16 de octubre de 2011

La historia de la princesa y el soldado.



Había una vez un rey que hizo una fiesta para las princesas más bellas del reino. Un soldado que montaba guardia vio pasar a la hija del rey. Era la más bella de todas y se enamoró en el acto. ¿Pero qué podía hacer un pobre soldado comparado con la hija del rey?. Finalmente un día logró hallarla y le dijo que ya no podía vivir sin ella. La princesa quedó tan impresionada con su amor que dijo al soldado, "Si puedes esperarme cien días y cien noches bajo mi balcón, al final, seré tuya." De inmediato, el soldado se fue y esperó un día y dos días y diez, y después veinte. Y cada noche, la princesa controlaba desde la ventana, pero él no se movía. Con lluvia, con viento, con nieve, siempre estaba allí. Los pájaros ensuciaban su cabeza, y las abejas se lo comían vivo, pero él no se movía. Al cabo de noventa noches se había vuelto todo seco y blanco y le brotaban las lagrimas de los ojos, sin que pudiera detenerse. Ni siquiera tenía la fuerza para dormir. Mientras la princesa, lo miraba, sin cesar. Y cuando llegó la noche número noventa y nueve el soldado se levantó, tomó la silla y se fue...

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